Casa Polvorí
Tradición mediterránea
en la ciudad de Palma
En las calles del barrio de El Terreno, en Palma de Mallorca, se construye esta elegante vivienda, donde la tradición mediterránea se fusiona con un estilo contemporáneo.
La vivienda está ubicada en un solar de 450 m2 y tiene una superficie construida de 335 m2. Una casa acogedora que conceptualmente se divide en dos bloques. Uno principal para la vivienda y uno secundario para el garaje y el office. Entre ellos, una piscina con efecto contracorriente, ideal para los entrenamientos del propietario, hace de unión en el conjunto y armoniza el espacio. A destacar, una terraza con vistas al mar donde poder admirar de un amanecer mientras se disfruta del jacuzzi.
Las características establecidas por el propietario, y a la vez arquitecto del proyecto, hicieron que los diferentes elementos se solucionaran atendiendo a la funcionalidad, pero sin perder el punto estético y elegante que requería el proyecto. Destaca el respeto con que se trataron los materiales y la integración en el entorno. Una mezcla de tradición y estilo contemporáneo se fusionan en esta espectacular vivienda.
Detalles mediterráneos
La madera oscura del mobiliario, el blanco de las paredes y el suelo con parquet en espiga. Estos elementos se repiten en toda la vivienda y le dan una unidad estética al conjunto. Los espacios sobrios transmiten una elegancia y sencillez, no exentos de calidez.
Contraste
La rudeza del hormigón visto del techo, junto con los acabados inmaculados de las paredes, crean este contraste maravilloso de texturas. De lo inacabado a lo pulcro y definido. La estética industrial se potencia con esta lámpara metálica que se deja caer sobre la escalera. Frente a esta zona, vemos un espectacular muro cortina que baña de luz todas las plantas de la vivienda, de gran dificultad constructiva y colocación por el acceso tan limitado que se nos permitía desde el exterior.
Las obras
La escalera
Como una arteria que comunica todas las estancias, se levanta esta impresionante y sencilla escalera. Las formas de claroscuros que generan sus diferentes volúmenes la convierten en la estrella indiscutible del espacio. El contraste de la barandilla de hierro lavado en blanco junto con los peldaños de madera es un claro ejemplo de la fusión de materiales.